viernes, 11 de mayo de 2012

Sufrir una "pájara"

Ocurre por un descenso de la energía muscular del deportista, y cada gesto técnico que se realiza se convierte en un todo un reto. Suele suceder cuando se agotan las reservas limitadas de glucógeno y se empiezan a utilizar fuentes energéticas menos eficientes como las grasas y las proteínas, lo que ralentiza el ritmo y cada esfuerzo se hace agónico. El cambio es tan acusado que parece que vas más lento de lo que en realidad vas, porque el sistema nervioso se ve afectado, al descender la glucosa en sangre.
La pájara suele darse en deportes fundamentalmente de larga duración (aeróbicos) bien por esfuerzos demasiado intensos (con los que se consumen más hidratos de carbono) o por una alimentación deficiente en los mismos. Una escasa hidratación también puede ayudar a sufrir una pájara.

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