Sabemos que la táctica es la parte ejecutiva de la estrategia. A su vez, el medio básico fundamental de la táctica es la técnica, movimiento ideal para una situación determinada de juego. La técnica es una solución motriz a un problema del juego. La elección de la técnica a emplear, de su momento de uso, forma, intensidad, duración, ritmo, etc. corresponde a la táctica. De forma resumida, la táctica se basa en tres pilares: elección del gesto adecuado; en el momento preciso y a la máxima velocidad, en una situación de juego dada.
Al mismo tiempo que la técnica es el medio fundamental de la táctica, la condición física es el medio fundamental de la técnica. Por tanto, constatamos como la estrategia influye en la táctica, la táctica en la técnica, y la técnica en la condición física, pero esta relación es bidireccional, porque la táctica individual o colectiva limita la estrategia, la técnica o repertorio motriz eficaz del sujeto condiciona en gran medida las posibilidades tácticas o respuestas, lo mismo que sucede con la condición física con respecto a la técnica.
De nada sirve que un deportista domine numerosas formas de lanzamiento a canasta, es decir, posea una buena y variada técnica, sino posee una buena calidad táctica individual (no sabe seleccionar sus tiros) o colectiva (no sabe jugar con el resto de compañeros); ni el otro extremo, que tenga una gran capacidad perceptiva y analítica del juego, que su táctica individual y colectiva sea portentosa, si no posee un bagaje técnico adecuado, es decir, puede ver que el pívot está solo momentáneamente bajo el aro, pero no es capaz de encadenar bote más pase rápidamente, sino que coge el balón, y luego pasa, por lo que el balón es interceptado al ser ya marcado el pívot. Con estos ejemplos pretendemos destacar el vínculo existente entre todos los aspectos del juego: condición física, técnica, táctica y estrategia, a la vez que abogamos su trabajo conjunto.
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