sábado, 14 de diciembre de 2013

Ley del umbral o del estímulo óptimo de entrenamiento


Siempre nos preguntamos si estaré entrenando demasiado suave, demasiado duro, o lo ideal. Existe un umbral de intensidad mínimo (cronaxia), debajo del cual el ejercicio no produce respuesta adaptativa (efectos entrenantes); es decir, no entrena, al no excitar adecuadamente las funciones del organismo. Este umbral depende básicamente del nivel de CF del deportista. 
Los ejercicios que superan el umbral producen excitaciones sensibles de las funciones orgánicas y, tras el descanso, fenómenos de adaptación. Permite lograr efectos entrenantes, que mantienen o inician cambios en los niveles de las funciones u órganos del sujeto. Este umbral es el denominado umbral óptimo o entrenable, aunque no es un umbral exactamente, se trata de un margen de intensidad comprendido entre el umbral de intensidad mínimo y el umbral de máxima tolerancia.
 Cuando se supera la intensidad de máxima tolerancia (reobase), no se obtienen los beneficios de la respuesta adaptativa y sin el descanso adecuado se produce el sobreentrenamiento. Solo en el caso de atletas de elite, la acumulación de fatiga puede ser eficaz para desarrollar adaptaciones en forma más compleja (hipercompensación).

Esta ley indica, además, que la adaptación funcional se logra como consecuencia de la asimilación de estímulos sucesivamente crecientes. Ya que estos umbrales no son estables, sino dinámicos y  modificables por el entrenamiento o su falta.

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