La motricidad humana evoluciona pasando de lo más simple a los más organizado, de tal forma que partiendo de una motricidad elemental se alcanzan otra serie de movimientos mucho más complejos y específicos determinados por la sociedad y la cultura. Una característica esencial de las habilidades motricies es su carácter evolutivo desde el nacimiento. Así, en todas aquellas acciones filogenéticas, propias de la especie humana, no se puede decir que se aprende, sino que se alcanza un estado evolutivo en donde se es capaz de adaptar la habilidad motriz preestablecida a situaciones externas diferentes.
La evolución que siguen de forma más o menos secuencial el desarrollo de las habilidades motrices es el siguiente:
1. Movimientos reflejos y automatismos: Primarios o Filogenéticos y Secundarios o “familiares”
2. Movimientos fundamentales y Patrones motrices básicos: Locomotores y Manipulativos
3. Habilidades Perceptivas (3 años)
4. Habilidades Básicas (6 años)
5. Habilidades Genéricas (9 años)
6. Habilidades Específicas (12 años)
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