Las investigaciones han demostrado que las agujetas no guardan ninguna relación con el ácido láctico y sí con el trabajo excéntrico, por lo que cuanto mayores son las contracciones excéntricas en la práctica físico-deportiva mayor riesgo de padecer agujetas en los días posteriores.
La mejor manera de prevenir las agujetas es mediante la dosificación del esfuerzo. Una vez que aparecen el agua con azúcar no sirve para nada, y lo recomendable sería realizar la misma actividad física a intensidad menor o cualquier trabajo aeróbico moderado. Tomar antiinflamatorios no esteroideos ayuda a aliviar el dolor.
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