En 1847 aparece por primera vez la “gimnástica” como asignatura obligatoria en la enseñanza pública española. A los dos años desaparece, reapareciendo en 1873 como optativa en la segunda enseñanza, denominándose “gimnasia higiénica”. Es ya en el siglo XX cuando se institucionaliza la ”gimnasia” en España, siguiendo la influencia de las escuelas gimnásticas europeas (la corriente pedagógica en Alemania; la corriente militar francesa; la higienista y analítica sueca y la deportiva inglesa).
Durante la dictadura franquista la “gimnasia” queda reducida a las tablas gimnásticas (de origen sueco), en las cuales todos realizan simultáneamente los ejercicios ordenados por el profesor, siendo el principal contenido de las sesiones. Este enfoque de la asignatura es el que ha perjudicado ostensiblemente a la EF, creando actitudes de rechazo, al privarla de los elementos más característicos como la naturalidad, espontaneidad, motivación… y asociarla el régimen político franquista.
En el año 61 con la publicación de la conocida Ley “Elola-Olaso” la asignatura pasa a llamarse Educación Física, aunque los contenidos siguen estando muy alejados de los actuales.
La Gimnasia, por tanto, es la predecesora de la actual Educación Física. La Gimnasia existió en toda Europa hasta mediados del siglo XX, cuando el paradigma de la asignatura cambió, para centrarse en otros contenidos. El aspecto peyorativo que tuvo en España la Gimnasia se debe a su vinculación a los ideales del régimen franquista.
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