Si la explicación y demostración no
son significativas para el principiante (el niño no progresa copiando el gesto
demostrado o expuesto, sino por la reorganización de su bagaje motor), como profesores debemos promover la acción. Menos
verborrea, menos demostración técnica y más prioridad a la actividad misma del
alumno. Hemos de evolucionar de demostrador a mediador,
catalizador, ayudando acondicionando el medio para provocar determinadas
respuestas.
miércoles, 9 de enero de 2013
Menos explicaciones y más exploración
La convicción de que los alumnos aprenden por imitación ha llevado a la creencia de que el docente deba ser un perfecto demostrador, de manera que transmita una imagen perfecta. Así, la
explicación y la demostración han jugado un papel clave en la enseñanza de los deportes, fundamentada en la idea de
modelo a imitar. Esta creencia, sólidamente implantada,
de que la información verbal y visual proporcionada por el profesor es básica para la enseñanza ha otorgado a estos aspectos un papel de protagonismo
didáctico dudosamente justificable.
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