Es
la medida cuantitativa global de las cargas de entrenamiento de diferente
orientación funcional que se desarrollan en una sesión, microciclo, mesociclo o
macrociclo.( García, J.M., Navarro, M., Ruiz, J.A.
1996)
Nos
indica la cantidad de entrenamiento que realiza el
deportista. Es la cantidad de solicitación ejercida sobre el organismo, lo que representa el
aspecto cuantitativo de la carga. Con él se pretende sumar
todos los elementos homogéneos de la preparación del deportista y reflejar así
la cantidad total de actividad realizada durante el entrenamiento.
En el
caso del trabajo según el sistema continuo, el volumen es igual a la duración
del estímulo, mientras que en los entrenamientos fraccionados, es la suma de
las duraciones de dichos estímulos.
El
volumen se puede calcular muy fácilmente, aunque distingamos dos tipos
diferentes:
-
Relativo: cantidad teórica total de
trabajo dedicado al entrenamiento durante una sesión de entrenamiento (tiempo
de entrenamiento)
-
Absoluto: cantidad real de trabajo
realizada por un deportista individual (tiempo de trabajo físico)
Es necesario que el volumen vaya asociado a una
intensidad. El volumen siempre está en función de la intensidad, no
existiendo por este motivo un volumen óptimo de entrenamiento. Además de relacionarse con la
intensidad, se relaciona con el rendimiento (principio de sobrecarga), no siendo
esta relación directa.
El
principal efecto del volumen es que provoca reacciones de adaptación a largo
plazo (transformaciones morfológicas y funcionales
estables).
El aumento progresivo de la cantidad de trabajo tiene un límite, y
sobrepasado éste, el incremento del volumen ya no contribuye a elevar la
capacidad física.
El
volumen, es pues, más específico (km, kg, nº sesiones, etc.) y a la vez más
genérico que la duración, pues ésta hace alusión exclusivamente al tiempo que
dura un estímulo.
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