La recuperación la podemos definir como el período que transcurre desde que finaliza una sesión de entrenamiento hasta que el organismo recupera el equilibrio fisiológico u homeostasis. Es decir, tras la aplicación de una carga el cuerpo del atleta queda debilitado tardando un tiempo en recuperarse de ese esfuerzo.
La importancia de reducir este período de recuperación, para poder entrenar más o competir mejor en pruebas de varios días es fundamental hoy día. De hecho, la recuperación es considerada como en elemento más del entrenamiento, ya que es en este período en el que se crean los fenómenos de adaptación y restablecimiento.
Por todo ello han proliferado numerosos y variados métodos de recuperación en las últimas décadas, no obstante, con esta entrada pretendemos reivindicar el uso de los medios tradicionales o básicos como son el sueño, los estiramientos, la recuperación activa, una hidratación adecuada, alternancia de las cargas, estilo de vida saludable... Porque como dicen Terrados, Mora y Padilla "los más sofisticados métodos y medios de recuperación no pueden mitigar las deficiencias que provocan una insuficiente alimentación, hidratación o descanso
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