martes, 9 de septiembre de 2014

Sobreentrenamiento y entrenamiento excesivo

Es típico entre los deportistas, y más aún en períodos de pretemporada como en el que nos encontramos, el entrenamiento excesivo y el sobreentrenamiento.
El entrenamiento excesivo se refiere (siguiendo a Wilmore & Costill) a aquel en el que el volumen, la intensidad, o ambos, se incrementan con demasiada rapidez, sin una progresión propicia. O sea, suplir la falta de entrenamiento (por ejemplo, por vacaciones) con entrenamientos más duros con la mentalidad, errónea, de recuperar el tiempo perdido. Esta demostrado que estos entrenamientos con una intensidad o volumen demasiado altos no producen ninguna mejora en el rendimiento del deportista. (Repasar los conceptos de cronaxia y reobase del entrenamiento deportivo en cuanto a la adaptación del organismo a los esfuerzos)
El sobreentrenamiento surge como consecuencia de la obsesión de muchos deportistas y malos entrenadores por entrenar, por entrenar más y más. Ese sobreesfuerzo, mayor del que pueden soportar físicamente los deportistas, es el sobreentrenamiento; entrenar más de lo necesario, más de lo que el organismo puede asimilar, con el consiguiente descenso en el rendimiento deportivo por la fatiga crónica que genera.
Estos entrenamientos extenuantes sin control de la carga de entrenamiento o sin descansos adecuados impiden la capacidad de recuperación y adaptación del cuerpo.
Desafortunadamente, son muchos deportistas los que están sobreentrenados debido al mito de que cuanto más se entrene, más rendimiento se obtiene, dejando de lado la planificación del entrenamiento con sus descansos y variaciones en la carga del entreno. Así que debemos primar la calidad del entrenamiento sobre la cantidad del mismo.

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