La información
propioceptiva nos proporciona información surgida en el interior de nuestro cuerpo y
originada por nuestras propias acciones.
Las más relevantes en el campo de la
actividad físico-deportiva son aquellas que nos indican la posición
de las articulaciones, la tensión de la musculatura o nuestra posición en el
espacio.
Los receptores propioceptivos los
podemos clasificar en:
-- Cinestésicos: musculares (husos neuromusculares que pueden ser terminaciones anuloespirales o arboresecentes); tendinosos (aparato tendinoso de Golgi) y
articulares (Ruffini, Paccini...)
-- Vestibulares: utrículo y sáculo, y los canales semicirculares.
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