lunes, 17 de diciembre de 2012

Tipos de adaptaciones en el deporte


El ser humano tiene la capacidad de adaptarse al medio, como fin de supervivencia. Los estímulos externos capaces de provocar tales adaptaciones en el organismo humano son muy numerosos y variados, desde los rayos solares, el frío o el calor, hasta el propio esfuerzo físico.  Básicamente, la adaptación es una respuesta del organismo ante un estímulo que altera su homeostasis (estado de equilibrio).
En EF se refiere al conjunto de modificaciones de los órganos y sistemas del deportista provocadas por el ejercicio físico practicado (como estímulo desequilibrador de la homeostasis) y cuya finalidad es adecuar las capacidades funcionales del organismo al entrenamiento, al trabajo realizado. De esta forma lo que se consigue es una mejora del sistema funcional del deportista.
La adaptación al esfuerzo físico puede ser: 
- Extragenética: en cuanto a que se van a producir adaptaciones metabólicas y funcionales durante el ejercicio físico de forma rápida e inmediata: el aumento de la frecuencia cardíaca, de la frecuencia respiratoria, de la temperatura....
- Epigenética: se producen a largo plazo, y se mantienen al desaparecer el estímulo, siendo, por tanto, estables. Por ejemplo, la hipertrofia muscular. Este tipo de adaptación se  modula a través de la modificación dinámica de la primera.
- Progresiva:  conforme se va entrenando se va adaptando el sistema funcional del sujeto, consiguiendo niveles cada vez más altos.
- Regresiva:  si se deja de entrenar (cesa la aplicación del ejercicio físico) durante largo tiempo, la adaptación se pierde. 
Otros autores diferencian entre: adaptaciones funcionales al ejercicio como la disminución de la frecuencia cardíaca en reposo o aumento del consumo máximo de oxígeno; y adaptaciones estructurales, como la hipertrofia muscular o el aumento de las reservas de glucógeno intramuscular.

1 comentario:

Antonio Pozo Sánchez dijo...

Leyendo acerca de las adaptaciones y la entrenabilidad de las personas me encuentro con esta célebre frase que se le atribuye al padre de la fisiología del ejercicio, P.O. Astrand: "Si quieres llegar a olímpico empieza por elegir a tus padres". Esta claro, de una mula no se puede hacer un pura sangre, por mucho que entrenemos a la mula y le modifiquemos su alimentación.